jueves, noviembre 08, 2007
muro o bofetada
1:01 a. m. | Publicado por
Paloma Otero |
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Cambian las cosas. Cambian de una manera tan limpia o perspicaz que muy pocas veces nos damos cuenta. Yo me he dado una ostia contra un muro. Un muro enorme de hormigón. La ostia ha sido bestial. Porque cuando estás segura de que las cosas van de una manera no te paras a pensar que estén yendo de otra. Cuando crees que estás en la cima y que bajo tus pies no existe nada salvo tu pasada ruina, olvidada, entonces ocurre algo que te hace detenerte, ser real, ser lo que siempre has sido: Tú, lo que tu eres, lo que tu no tienes, o lo que nunca podrás experimentar. ¿Dónde se ocultan esos muros cuando no los ves?
Quizás no haya sido un muro. Quizás fuesen pequeñas bofetadas del "yo" que me observa. Como eran numerosas aunque pequeñas, y yo no contestaba, se vio en la obligación de darme una grande pero final. ¿Se ha acabado todo ya?. Si es así, ¿por qué veo los pedacitos dando vueltas a mi alrededor?. Escucho una voz que me dice "para que nunca te olvides", escucho a Hopper que murmulla "para que no vuelva a pasarte". Pero están ahí, los veo continuamente, me rozan, me molestan, sonríen cínicamente (No me toquéis, joder)
- Hopper, ¿de verdad eres tú?
Tengo en mi habitación cosas colgadas en las que veo futuras aspiraciones. (Me pongo nerviosa, tan nerviosa...) Todo podría ser tan rápido y limpio. Nadie se enteraría, de verdad. Pero se que no lo haré, porque no soportaría verlos destrozados. - ¿a quiénes?-, me preguntas. Yo te contesto - a ellos, a quién va a ser-. Yo te digo que no lo haces porque no todo gira en torno a eso. Que hay infinitas cosas que te encantaría aprender, sensaciones que te encantará expermientar, situaciones en las que querrás vivir y cariño que deseas profesar. Y te repìto que todo es relativo, (me empieza a arder el estómago), que las cosas adquieren una nueva perspectiva (¿me tomaré una pastilla?) pero que para verlo primero tienes que alejarte y, si es posible, elevarte. (No, lo que necesito es algo que me haga no pensar. Todo lo demás lo tengo relajado. Las malas hierbas desde la raiz, ¿verdad, mamá? Con algo para relajar los músculos no relajo mi cabeza. Cabeza, ¿por qué no eres más tranquila?, cuerpo, ¿por qué no cambias de una vez?, caracter, ¿qué es lo que te hace ser tan...? ¿tan qué? - Dilo, dilo de una vez y entonces, quizás, algún día consigas aceptarlo).
Quizás no haya sido un muro. Quizás fuesen pequeñas bofetadas del "yo" que me observa. Como eran numerosas aunque pequeñas, y yo no contestaba, se vio en la obligación de darme una grande pero final. ¿Se ha acabado todo ya?. Si es así, ¿por qué veo los pedacitos dando vueltas a mi alrededor?. Escucho una voz que me dice "para que nunca te olvides", escucho a Hopper que murmulla "para que no vuelva a pasarte". Pero están ahí, los veo continuamente, me rozan, me molestan, sonríen cínicamente (No me toquéis, joder)
- Hopper, ¿de verdad eres tú?
Tengo en mi habitación cosas colgadas en las que veo futuras aspiraciones. (Me pongo nerviosa, tan nerviosa...) Todo podría ser tan rápido y limpio. Nadie se enteraría, de verdad. Pero se que no lo haré, porque no soportaría verlos destrozados. - ¿a quiénes?-, me preguntas. Yo te contesto - a ellos, a quién va a ser-. Yo te digo que no lo haces porque no todo gira en torno a eso. Que hay infinitas cosas que te encantaría aprender, sensaciones que te encantará expermientar, situaciones en las que querrás vivir y cariño que deseas profesar. Y te repìto que todo es relativo, (me empieza a arder el estómago), que las cosas adquieren una nueva perspectiva (¿me tomaré una pastilla?) pero que para verlo primero tienes que alejarte y, si es posible, elevarte. (No, lo que necesito es algo que me haga no pensar. Todo lo demás lo tengo relajado. Las malas hierbas desde la raiz, ¿verdad, mamá? Con algo para relajar los músculos no relajo mi cabeza. Cabeza, ¿por qué no eres más tranquila?, cuerpo, ¿por qué no cambias de una vez?, caracter, ¿qué es lo que te hace ser tan...? ¿tan qué? - Dilo, dilo de una vez y entonces, quizás, algún día consigas aceptarlo).
martes, marzo 27, 2007
Así era
1:22 a. m. | Publicado por
Paloma Otero |
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Si alguien dijese que no era como yo la recuerdo, mentiría.
Recuerdo que me acercaba con ella a la orilla. La arena se estremecía al contacto con sus pies, y el mar, por un momento, dejaba de respirar. Sus ojos azules marcaban el tic tac de las profundidades… En su cabello el aire leía poemas y olía… Ella era así.
Ella era la mujer más bella, una criatura con algo especial. Danzaba entre la inocencia y la experiencia de quien se sabe admirada. Soñaba, en silencio, cosas pequeñas. Vivía del amor que le profesaban. Era ella...
Hoy vive en una hermosa piedra. La calienta una chimenea.
Recuerdo que me acercaba con ella a la orilla. La arena se estremecía al contacto con sus pies, y el mar, por un momento, dejaba de respirar. Sus ojos azules marcaban el tic tac de las profundidades… En su cabello el aire leía poemas y olía… Ella era así.
Ella era la mujer más bella, una criatura con algo especial. Danzaba entre la inocencia y la experiencia de quien se sabe admirada. Soñaba, en silencio, cosas pequeñas. Vivía del amor que le profesaban. Era ella...
Hoy vive en una hermosa piedra. La calienta una chimenea.
miércoles, marzo 21, 2007
7:03 p. m. | Publicado por
Paloma Otero |
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Hace frío. La muerte, ¿es frío o calor?, ¿es algo?, ¿es algo y es nada a la vez? L línea de lo que tengo en la cabeza últimamente son preguntas, cuestiones, que me hago ahora que no encuentro respuestas para nada.
No llores. Tú eres la única que puedes dejarla ir. Solo un poco más. Encontraré la forma para que salga bien. Tristes ojos, no lloréis. Tomad, aquí tenéis un recuerdo.
No llores. Tú eres la única que puedes dejarla ir. Solo un poco más. Encontraré la forma para que salga bien. Tristes ojos, no lloréis. Tomad, aquí tenéis un recuerdo.
martes, marzo 20, 2007
Oposiciones
12:09 a. m. | Publicado por
Paloma Otero |
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Escucho muchos ruidos aquí arriba que no me dejan pensar… ¿qué?, que no te escucho, acércate.
Hola Hopper, aunque no quiero ni siquiera saludarte. Ya sabrás porqué…
No me apetece, acabé tan sola… Cuanto más me acercaba a tí más me alejaba de ella, yo no lo sabía. Dime ¿cómo pueden dos sueños tan opuestos suceder al mismo tiempo? ¿Es que no hay suficiente tiempo alrededor? ¿Es que no...?
No me atrevo a mirar la noche. La luna no debería salir sin tí.
Hola Hopper, aunque no quiero ni siquiera saludarte. Ya sabrás porqué…
No me apetece, acabé tan sola… Cuanto más me acercaba a tí más me alejaba de ella, yo no lo sabía. Dime ¿cómo pueden dos sueños tan opuestos suceder al mismo tiempo? ¿Es que no hay suficiente tiempo alrededor? ¿Es que no...?
No me atrevo a mirar la noche. La luna no debería salir sin tí.
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